20120227

Nadie sabe lo de nadie

Creo que de todos los errores que como personas podemos cometer, uno de los más feos es formarnos una opinión de alguien sin conocer bien a la persona. Esto puede darse por seguir la intuición, la primera impresión o peor aún, por el irresponsable acto de dejarse llevar por la opinión de un tercero.

Esto último me pasó a mí, pero con el agravante de que no era un tercero, sino varios terceros, muchos. Sin conocer bien a la persona y teniendo una primera impresión buena, guardé en mi mente una opinión negativa de  alguien. Mi intuición, sin embargo, siempre me daba pistas de mi error y no le hacía caso, prefería las opiniones externas, según yo por tener más objetividad.

Me equivoqué, encontré a una persona fuerte, luchadora, con buena onda y disposición de servicio, todo detrás de una fama de hipócrita, desidiosa, y un largo etcétera. ¡Qué malas podemos ser las personas a veces!.
¡Qué insensibles somos también!

Mea culpa por no darme el tiempo de conocer a alguien antes de emitir una opinión.

Las cosas no siempre son como parecen, es mejor otorgar siempre el beneficio de la duda, aunque cueste.

2 c:

hamdal dijo...

al menos es bueno decepcionarse en positivo, o sea: que pienses que alguien es malo y al final es bueno. Lo peor es cuando piensas que alguien es bueno, confías en el y resulta ser un imbécil.

g dijo...

Sí, eso sí es horrible, pero ni modo :S