Ingrid

En mi primer viaje a Arequipa, en el 2010 conocí, así de pura casualidad, como me suele ocurrir, a la señora Ingrid, ella es de la India, tiene una tienda chiquita y muy linda en la que al entrar suena uno de esos muñequitos que dicen: I love you. Me cayó muy bien, la he visto tres veces, tiene una mirada muy intensa, parece muy buena persona, y me ha dicho unas verdades irrefutables.

Esta última vez que la vi me dijo dos supuestas verdades que me sorprendieron mucho, una me ha alegrado el alma, me ha devuelto la fe, me ha hecho creer, bueno, reafirmar lo que ya creía y que quería no creer, en fin, te creo.

La otra me ha dejado de una pieza, aquí vendrían todos los argumentos en contra de la verdad que sugiere Ingrid, pero estaba casi convencida, es más, preocupada, tiene sustento lo que dice, pero de ser así, mi vida sería una telenovela, de ser esta verdad, verdad, sé que podría soportarlo, pero no lo creería ni aún habiéndolo dejado atrás, en serio, qué tal! la vida!

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