Hace mucho tiempo, creo que más de dos años, cuando hacía mi regular recorrido por unas calles de Miraflores en la tarde me encontraba con Santiago Magill, luego cambié el horario del recorrido y ya no lo volví a ver. Hasta hoy que otra vez nos cruzamos en la misma vereda.
Hoy despuesito de ver su mirada profunda prometí que si lo vuelvo a ver (aunque no creo porque a esa hora no acostumbro pasar) le diré:
Hola
¿eres Santiago M.? (por si acaso)
¿me puedes firmar un autógrafo?
Punto, eso haré y continuaré con los ejercicios de la vida para perder la timidez que tan prisionera me tiene.
Hoy despuesito de ver su mirada profunda prometí que si lo vuelvo a ver (aunque no creo porque a esa hora no acostumbro pasar) le diré:
Hola
¿eres Santiago M.? (por si acaso)
¿me puedes firmar un autógrafo?
Punto, eso haré y continuaré con los ejercicios de la vida para perder la timidez que tan prisionera me tiene.
Chau
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