No puedo callarme, cuando tengo que escribir en el cuadenro morado no lo tengo a la mano, cuando quiero mirar bonito, no hay con quién.
De repente sucede todo, no como lo imaginaste, no como lo soñaste, de repente los recuerdos se esfuman, su figura retorna en sueños, en caminos, ser y no estar.
Tal vez es necesario hablar, tal vez sólo es necesario ver.
No sabremos si coincidimos, pero sabemos lo propio, yo sé lo mío. Yo sé que con o sin patología estás, que te veo, que entiendo, que puedo.
Lo que también sé es que debemos recuperar y tomar fuerzas, de todo lado, las necesitamos, no te hundas, estaremos fuertes, lo haremos.
Ahora es el día que no pensé vivir.
Vida le llaman
Vida tan breve
Vida con ausencia
¿Tan fácil nos movilizaremos?



0 c:
Publicar un comentario