Las teorías salvajes

Suelo obligarme a hacer cosas, Elsa me dice, entre otras cosas, ¿y por qué no haces lo que te sale de los cojones? o ¡vos tenés una facilidad para  latiguearte sorprendente! a Elsa le agradezco su franqueza e impertinencia, ah! y también sus piropos sin fin, gracias, Elsa :) . A mi voz imperativa interior la mando a la mierda por enésima vez, no leeré o seguiré leyendo un libro cuyas líneas no llaman mi atención y no logran ganarle la batalla a mi desconcentración constante. Sí sí, me estuvo pasando seguido últimamente, pero con este libro de Pola ya fue demasiado, no puedo, es loca, bacán eso de que sea loca, pero su escritura me parece muy filo pes, me falta cacnha creo o ganas de detenerme, por ahora no, o será que el tema con el maestro me desconcertó un poco?, lo que sea, pero es mi momento o no es mi momento con ese libro.

Me retracto, no puedo clasificar a ninguna escritora, de repente es recontra buena, pero no lo logro, sorry, no lo logro, retomaré el libro mil veces más hasta ver si lo logro, pero por ahora basta, no más Pola, tus citas son chéveres, los poemas que reproduces también  el amorío es interesante pero eso de ¿gorda? en un momento tan tan hardcore? bueeeeeeeeeeee, no me gustó, punto.

Mi lucha contra la obligación seguirá su curso, pero mi lucha contra mi impulsividad tendrá una tregua, es más puede que cese para siempre. Soy muy impulsiva, pero vale decir que cuando he actuado guiada por este mandato loco no me ha ido tan mal, esta vez al menos no lo creo. Me aviento no más, y bueno eso es pues, no obligarme a hacer cosas, solo sentir, concentrarme, escucharme y seguir. Todo se acomoda.

Ya estoy de vuelta, sólo te pido que me esperes.