¿Escuchas?

A veces, como hoy, son más evidentes las certezas.
Es decir, no estoy pensando todo el tiempo en lo que piensan y dicen todos todo el tiempo.
Pero es claro que la idea que me hago de los demás es bastante buena y equivocada pero, la realidad no es mala y negativa; es normal, pero no había reparado en esa normalidad, más bien la imaginaba como buenamente peculiar, casi santa.

Y la verdad es que todos son como yo, personas, con mugre, con malos hábitos, sin verguenza con los amigos y personas cercanas, son sudor, con caca, con intenciones, con vulgaridades. No son ellos, caballeritos y ellas, unas damas. Somos solo personas.

Así como no es, esta o la otra historia, partes de una novela con desenlaces extraordinariamente felices, solo son historias o pedazos de historias bastante terrenales, bastante sosas y faltas de gracia.

Todo se resume en un encontrar la melodía exacta que va con tu melodía, intenta sonar juntos y de eso se trata, pero si están a destiempo, pues pasas de largo. Esa es la única magia, que suenen bien. No hay magia que las haga sonar bien después de un tiempo, no, si una parte va mucho después de la otra y esta no tiene prisa, pues no sirve para nada.

Así como todo, facilazo y simple, podrás hablar de culos y planes de vida mientras suena esta melodía cercana sin que la escuches o podrás estar cagando en el baño tratando de oír la otra melodía, como sea, siempre habrá melodías reales capaces de acoplarse.

Sólo sigue sonando.