20131219

Tú no eres una pueblerina

Hace un tiempo, Elsa me dijo esto además de otras cosas muy bonitas.

Pues bien, soy serrana, soy cajamarquina, he vivido en ciudad siempre, no soy del campo; y ¿de pueblo?, pues no sé bien. Para mí, Cajamarca es y fue siempre una ciudad, no un pueblo. Entonces no dejé de ser pueblerina, simplemente nunca lo fui.

¿Y ahora?, ahora que vivo en la urbe más dinámica del país, me siento acelerada, muy a gusto también porque puedo acceder con facilidad al teatro, al cine, a parques bonitos, a clases, a gente de todas partes, no sólo limeños a Dios gracias.

Tal vez si fuera pueblerina pudiera disfrutar de una vida más tranquila, apaciguada, pero también más limitada. Ojo, que no creo que esté mal, pero si tienes ese bichito inquieto en la mente que hace que te muevas por todos lados, un pueblo siempre te quedará chico, un pueblo, el campo, la ciudad de Cajamarca, Lima, querrás estar en todas partes y enfrentarte a todo, total, no por las puras has crecido, total, no por las puras dependes de ti misma, total, no por las puras tu única preocupación es vivir.

No lamento la estrechez de las mentes que no tienen el bichito, pero tengo un sentimiento feo hacia estas personas, no me caen, no las aguanto, me parecen celosos carceleros. Este año me he cuestionado mucho mis inclinaciones hacia las personas en el mundo, tengo menosprecio. No es un general, pero mi intolerancia se desborda, bien podría decir, ok, ok, no juzgaré a nadie, bien podría, pero pienso, me pregunto cosas y sigo pensando.


Creo que sí es muy buena idea dejar de pensar, seguiré intentándolo.