Pero del engaño, del ensueño, de la fantasía, del terror se saca luz. Sin engaño, sin ensueño, sin fantasía, sin terror solo hay penumbra. Penumbra en un no compartir, penumbra en un no abrirte, penumbra en soñar que con algo a lo que no caminas, a lo que no te acercas. Se sorprende de sí, se sorprende de poder hacer con esa poca luz, esa rayana lucecita que no se apaga o sí se apaga y se vuelve a prender, a aprender, a aprehender. Porque la inocencia completa no se va, pero la desconfianza total tampoco lo cubrirá todo. Porque nos necesitamos para ser.
20181207
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