Mi odio no es reciente, las aborrezco desde hace ya harto tiempo, desde que las conozco. En fin no escribiré detalle a detalle las características de los sentimientos que tengo hacia esta herramienta de recursos humanos, pero sí escribiré lo que me pasó hoy en una de estas luchas constantes por ser parte de la PEA, aquí va:
1. Llegué puntual al lugar (milagro) y olvidé mi DNI, metí florazo y entré no más.
2. La mayoría estaba vestid@ más formalmente que yo (como siempre).
3. Sentí, como siempre, esa avalancha de egos empalagosos de todos los sentados alrededor de la mesita (yo leía mi revista Somos mientras esperaba, obvio, más antisocial, no hablaba con nadie).
4. Miré detenidamente las caras de los que compiten conmigo para ese puesto de trabajo de seguro aburridísimo (estaban las y los imbéciles creidazos de siempre).
5. Llegó el dibujito, maldito dibujo de mela, siempre lo hago hombre, feo y sin gracia, ah y siempre reproduciendo mi mismo trazo infantil (¿será por eso que nunca paso estas pruebas?).
6. Otro dibujo del mal, ahora bajo la lluvia y con historia incluida, eh ahí la question, con piso o sin piso?, con paraguas sin paraguas?, que toca la lluvia o no?, y siempre resulto haciendo el mismo dibujo e historia romántica: el patita, esta vez un hombre de barba, algo mayor toca la lluvia incrédulo y se emociona por ver llover de nuevo en su ciudad (¿en verdad soy cursi no?)
7. Trabajo grupal, ajjjjjjjjjjj, esto es lo peor, empiezan a hablar hasta que uno de ternito con sonrisa de jefe recién ascendido y mirada de tira secretarias dice: A ver, cómo arreglamos esto?, jajajaja, yo pongo mi cara de culo y pienso: "Ta mare, poco tardó en salir el baboso a hablar", inmediatamente después e inconscientemente me echo en la silla, me doy cuenta de la falta de respeto y me pongo de nuevo en mi lugar.
8. Empiezan a hablar tonterías los chicocos, hasta que juashhhhhhhh, zampo mi idea como diciendo: esta es y punto, jajajaja, tenga o no razón, yo también me pongo espesaza en estas reuniones.
9. Antes de la conclusión (equivocada) preguntan si todos estamos de acuerdo, digo un tajante NO y procedo a explicar mis argumentos, se acaba el time y nos despedimos.
10. Salgo del lugar y pienso: otra entrevista por las hue, no me llamarán porque los dibujos siempre los hago psicológicamente incorrectos y porque siempre hay egos más grande que el mío.
11. Subo al micro y me voy.
Por eso y muchas cosas más quiero ser doctora bola roja y vivir del amor y la alegría :)



1 c:
pero los doctores bola roja no son antisociales ni se ponen en plan de egos :P ¡es broma! Me encantó tu descripción, de verdad q las entrevistas así dan poco o nada de ganas, uno se siente chiquito.
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