20240604

no hay

 Muchas tardes han pa(e)sado así, con esa constancia de que el tiempo pasa lentamente, con esa sospecha del tedio y con ese pesimismo de lo inmutable. Recuerdo nítidamente las tardes en que he acompañado otras soledades, aburridas soledades, solitudes cansadas ya de existir. Yo me lo creo sin esfuerzo, en un punto ya te cansas de estar vivo, es difícil encontrar la motivación y el deseo sostenerlo para seguir, les creo, los acompaño y no puedo hacer nada más.

Algún día estaré en ese lugar, pienso, y qué haré? sopeso opciones. Mientras tanto miro el movimiento lento de las hojas de los árboles que veo por la ventana, hundo la barriga, me toco el ceño cada vez más fruncido y respiro hondo.

no hay poesía que valga para el paso del tiempo y la pérdida de afectos.